No abandones el Corán

{Y el Mensajero dirá (ese día): «¡Señor!, los (idólatras) de mi pueblo se desentendieron del Corán».} [Al Furqán: 30]
Duración: 1:45
Esta es una de las aleyas más dolorosas… que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se queje a su Señor… ¡de nosotros!
{Y el Mensajero dirá (ese día): «¡Señor!, los (idólatras) de mi pueblo se desentendieron del Corán».}
No dijo que lo negaron, sino que lo abandonaron.
¿Lees el Corán? Sí.
Pero ¿cuándo fue la última vez que lloraste con una aleya?
¿O que te postraste en gratitud ante una promesa?
¿O que tu corazón se estremeció ante una advertencia?
Abandonar el Corán no es solo dejar el Mus-haf en la estantería…
sino dejarlo fuera de tu vida.
Vuelve a él… aunque sea con una aleya al día.
Una sola aleya… con tu voz, con tu corazón, con tu presencia.
El Corán no rechaza a quien acude a él,
y no llama a un corazón sin dejar en él una huella.
No seas de aquellos sobre quienes hubo quejas,
sino de los que regresaron arrepentidos.