¡Oh, Señor mío! Haz que sepa agradecerte los favores que nos has concedido, tanto a mí como a mis padres, y que pueda realizar obras buenas que Te complazcan, y concédeme una descendencia [creyente y] bondadosa. Ciertamente me arrepiento [de mis pecados] y me someto a Ti.}
El Profeta Muhammad recomendó la indulgencia para con las mujeres sin importar el grado de parentesco que se tenga con ellas. Encontramos que dijo: “A quien tenga tres hijas o tres hermanas, o tenga dos hijas o dos hermanas, y las trate con bondad, cumpliendo las órdenes de Dios al respecto, se le concederá el Paraíso”.
En cuanto a la madre, encontramos que Dios dijo: {Y por cierto que ordenamos al hombre ser benevolente con sus padres. [Y debe saber que] Su madre lo ha llevado [en el vientre] con esfuerzo y le ha dado a luz con dolor, y que el período del embarazo y la lactancia dura treinta meses. Que cuando alcance la madurez,
al llegar a los cuarenta años, diga:
AL-AḤQÂF (15)
Respecto a la esposa,
Dios dijo:
{¡Oh, creyentes! No es lícito tomar a las mujeres como objeto de herencia, ni impedirles o forzarlas a que vuelvan a casarse para recuperar parte de lo que les hayáis dado [como en la época pre-islámica que la mujer al enviudar pasaba a depender de los parientes y allegados del difunto, quienes tenían derecho a casarse con ellas y decidir sobre su futuro]. Si vuestras mujeres cometieran una inmoralidad, podéis presionarlas de modo tal que sean ellas quienes soliciten el divorcio para que en este caso os devuelvan parte de lo que les hayáis dado [de dote]. Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas os disgusta, es posible que Allah haya decretado a pesar de esto un bien para vosotros.} [4: 19].
AN-NISÂ’ (19)
Y, en términos generales, el Profeta dijo: “Les recomiendo el trato indulgente para con las mujeres”.
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