{Y Él es Quien creó las parejas, macho y hembra, a partir de una mínima cantidad de esperma eyaculada.}
El sexo de un feto es determinado por la naturaleza del esperma y no del óvulo. El sexo del niño, sea masculino o femenino, depende de si el vigésimo tercer par de cromosomas es XX o XY respectivamente.
En principio, la determinación del sexo ocurre en el momento de la fertilización y depende del tipo de cromosoma de sexo en el esperma que fertiliza el óvulo. Si es un esperma que lleva una X el que fertiliza el óvulo, el feto será mujer; y si es uno que lleva una Y, el feto será hombre.
AN-NAJM (45-46)
La palabra árabe nutfah significa “una mínima cantidad de líquido”, y tumnaa significa “eyaculado” o “plantado”. Por consecuencia, nutfah se refiere específicamente al esperma, debido a que es eyaculado.
El Corán dice:
{¿Acaso no era el hombre una insignificante cantidad de esperma eyaculada y se convirtió, después, en un coágulo y luego Allah le dio una forma armoniosa e hizo que los dos sexos, hombre o mujer, se formaran a partir de tal creación?} [Corán 75:37-39]
AL‑QIYAMAH (37-39)
Aquí se menciona nuevamente que una pequeña cantidad (gota) de semen (indicada por la palabra nutfatan min maniin), la cual proviene del hombre, es responsable por el sexo del feto.
En el subcontinente indio, las suegras generalmente prefieren tener nietos varones y suelen culpar a sus nueras si el bebé no es varón. ¡Si tan sólo supieran que el factor determinante es la naturaleza del esperma masculino y no el óvulo femenino!
¡De culpar a alguien, deberían culpar a sus hijos, no a sus nueras, ya que tanto el Corán como la ciencia sostienen que el fluido masculino es responsable por el sexo del hijo!
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