La honestidad es la clave para la supervivencia y el éxito en esta vida y en la otra, y se manifiesta en tres áreas principales:
1. Honestidad con Allah: Se logra a través de una fe sincera, buenas obras y nobles valores. Incluye la honestidad en la certeza, la intención y el temor a Allah. Se expresa mediante la adhesión a la obediencia, evitando los pecados y encarnando los rasgos de los verdaderos creyentes como se menciona en el Sagrado Corán.
2. Honestidad con uno mismo: Requiere que una persona sea sincera consigo misma, responsable y proactiva en la corrección de sus defectos. Se debe evitar caer en la trampa de las falsas esperanzas y deseos, ser consciente de los peligros y engaños del yo, y trabajar en purificarlo y corregirlo de acuerdo con las enseñanzas religiosas. Debemos ser honestos con nosotros mismos, reconociendo nuestras imperfecciones, corrigiéndolas y la auto responsabilidad es un camino de los creyentes, una característica de los monoteístas, y un sello distintivo de los reverentes; un creyente teme a su Señor, se responsabiliza a sí mismo, busca el perdón por sus pecados, conoce el gran peligro del yo, su severa aflicción, su significativo engaño, y su extenso mal; ya que se inclina hacia el mal, se inclina hacia los deseos, llama a la ignorancia, conduce a la destrucción, anhela la frivolidad excepto aquellos a quienes Allah tiene misericordia, así que no se le debe dejar a sus deseos; porque llama a la tiranía, quien lo obedece los lleva a la fealdad, y los invita a los vicios, los involucra en desagrados, sus trampas son extrañas, sus impulsos son aterradores, y sus males son numerosos; aquellos que permiten que el control del yo se expanda hasta que se vuelva tiránico, para ellos en el Día del Juicio es una morada en el infierno, como se declara: 'Pero en cuanto a aquel que transgredió y prefirió la vida de este mundo, ciertamente su morada será el Fuego del Infierno' [Al-Nazi'at: 37-39]. Por el contrario: 'Pero en cuanto a aquel que temió estar ante su Señor y se contuvo de los malos deseos impuros y las pasiones. Ciertamente, el Paraíso será su morada' [Al-Nazi'at: 40-41].
3. Honestidad con las personas: Incluye la honestidad en el habla, las acciones y las situaciones. Ser honesto con las personas es un signo de fe, y mentir es un signo de hipocresía. Un musulmán debe ser un consejero para sus hermanos musulmanes, mantener la confianza y el pacto, y exhibir buenos modales en sus interacciones con los demás.
La honestidad debe ser una característica inherente en un musulmán en todos los aspectos de su vida y es el camino hacia el éxito y la prosperidad en este mundo y en el más allá.
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