Al-lah no ama a los corruptores

La corrupción en la tierra consiste en realizar actos que causan daño y destrucción, y abarca todo aquello que conlleva a alterar el orden que Al-lah, Exaltado sea, creó en el universo. Al-lah creó la tierra buena y apta, depositó en ella todo lo necesario para que sea un lugar adecuado para vivir, la bendijo y la hizo morada digna para el ser humano. Sin embargo, el hombre, debido a su corrupción, puede estropear esta tierra y transformar lo bueno en dañino. Esta corrupción puede ser individual, social o incluso política.
Dice Al-lah en Su noble Libro:
{} [Corán 2:30].
Esta aleya muestra cómo los ángeles expresaron su temor de que los humanos causaran corrupción en la tierra. Pero Al-lah, Exaltado sea, sabe que la corrupción no es el fin, sino parte de Su sabiduría en la creación del ser humano. Corromper la tierra no se limita al daño ambiental, sino que también incluye las conductas humanas que perjudican a la sociedad y provocan conflictos y problemas.
La corrupción en la tierra puede manifestarse de muchas formas, desde pecados individuales que afectan a la persona misma, hasta corrupción colectiva que resulta de la difusión de discordias y dudas. A través de los pecados y la corrupción individual, el ser humano se destruye a sí mismo primero. Al-lah dice:
{} [Corán 2:205].
La corrupción individual se extiende al entorno de la persona, propagando malas conductas que influyen en quienes la rodean. Los corruptores intentan justificarse afirmando que buscan la reforma, mientras que en realidad están corrompiendo, como dice Al-lah:
{} [Corán 2:11].
Estos que creen estar haciendo el bien mientras propagan la corrupción, continúan destruyendo los valores y la moral entre la gente, lo cual paraliza a las sociedades y hace que la corrupción se extienda por todas partes.
La gran responsabilidad de enfrentar la corrupción recae sobre los reformadores, quienes deben esforzarse por reparar lo que los corruptores han dañado. Debemos estar atentos a no dejarnos engañar por los falsos discursos de reforma promovidos por los corruptos, y fomentar la difusión del bien y la justicia en la sociedad.
Reformar la tierra y preservar sus valores nobles no es tarea fácil, pero es necesaria para lograr el equilibrio entre el ser humano y su entorno, así como para alcanzar justicia e igualdad en la sociedad. Resistir la corrupción, evitar los pecados y aferrarse a los valores islámicos puede ser el camino para salvar la tierra de la corrupción que la consume.